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Lenguajes de Programación

Consejos para evitar y aliviar el bloqueo a la hora de programar

Si eres programador habrás sufrido lo que se conoce como un bloqueo. Te contamos una serie de consejos para evitarlo y aliviar sus efectos y consecuencias.

Bienvenida Ruiz

Bienvenida Ruiz

Lectura 6 minutos

Publicado el 25 de noviembre de 2020

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En ocasiones, la programación puede ser una placentera forma de abstraerse y crear algo nuevo, pero en otras se puede convertir en un rompecabezas agotador.

Es posible que lleves atascado horas, e incluso días con el mismo trozo de código. Lo miras, y lo único que te devuelve la pantalla son tus ojeras, tu cara de exasperación y unas ganas terribles de acabar. Te obcecas, y te obligas a seguir buscando, leyendo, tecleando, deseando encontrar la solución del acertijo… Aunque también puede ser que acabes de empezar, y el cursor parpadeando intermitentemente en la vacía línea de comandos te imponga de tal manera, que te cueste horrores saber siquiera por dónde empezar.

En cualquiera de los casos, sería genial tener herramientas para evitar y aliviar el innecesario malestar que a veces provoca la programación.

Crea un espacio de trabajo adecuado

Primeramente, disponer de un entorno de trabajo cómodo y adaptado a tus necesidades es esencial para empezar con buen pie. Organizar el espacio, recoger las típicas cosas sueltas por el escritorio y quitarte toda la basura visual que puedas antes de comenzar, te ayudará a despejar tu espacio de trabajo y tu mente.

Haz esto como ritual diario. Todos los días, antes de ponerte a trabajar, dedícale 5 minutos a tu escritorio. Limpia un poco el polvo, recoge y organiza tus esenciales. Despeja el espacio lo máximo posible y quédate sólo con lo que vayas a necesitar. También es conveniente quitar de en medio posibles distracciones. Una consola, una revista o un libro pueden ser cosas que por echarles un vistazo te hagan perder mucho tiempo, así que mejor ponlas lejos de tu alcance.

Decora un poco en la medida de lo posible tu espacio. Una planta, una taza graciosa o una pegatina molona son cosas que levantan el ánimo y motivan. Hazlo en casa y también en el trabajo; pero no te pases, que cuando pase tu jefe no parezca aquello el salón de tu casa con el tapete de ganchillo encima del monitor… Si el lugar lo permite también podrías encender una vela perfumada o tener tu propio mini-difusor de esencias. Son pequeñas cosas que te alegrarán y te harán estar más calmado para el comienzo de tu tarea.

Busca la calma mental

Otra parte importante del trabajo de programador a la que no se le da la importancia que debería, es a la calma mental. El trabajo del programador es razonar, resolver problemas, encontrar la mejor manera de recorrer un camino y hacerlo de la manera más eficiente. A veces, todo esto se hace bajo mucha presión y estrés, lo que hace que nos vengamos abajo y nos disgustemos gravemente.

De toda esta labor se encarga nuestra mente, por lo que también hay que cuidarla y dedicarle su tiempo. Mentalízate, valídate y ten confianza en tus capacidades. Acepta que es posible que te atasques en algún momento, pero eso no significa que no vayas a ser capaz de resolver el problema o que no des la talla. Date tu tiempo.

No te sientas incapaz de algo por el mero hecho de no saber cómo hacerlo o cómo empezar. El campo de la informática es inmenso, no se puede saber todo. Date la oportunidad de aprender, de formarte y de adquirir nuevos conocimientos sin necesidad de caer en frustraciones innecesarias. Si en el proceso, en algún momento te ves superado, lo mejor sería que salieras a dar un paseo, a hacer un poco de ejercicio al aire libre o ir a comerte un helado. Son cosas que parecen un poco nimias, pero son momentos en los que te estás dedicando solamente a ti. Cuídate.

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Descansa y aprende a desconectar

El descanso es fundamental. Al dormir, nuestro cerebro hace un reset para poder formar nuevas conexiones al día siguiente. Sé que es muy tentador quedarse hasta las tantas intentando resolver el atasco en el que te has metido de lleno, “hasta que no acabe, no me voy a dormir”. Craso error. Apaga el ordenador y vete a dormir, que mañana será otro día; otro día lleno de oportunidades para resolver ese problema (y para caer en otros).

Respeta los descansos en tu trabajo. Si tienes 5 o 10 minutos de descanso, desconecta. Haz otra actividad, lo más alejada posible del proyecto que estés haciendo. Dedicar ese tiempo para seguir mirando en la red información sobre tu proyecto o repasar el código, no es descansar, es seguir trabajando. Échate una partida rápida, tómate un café con tus compañeros o lee un libro, pero no vuelvas al código hasta que se haya acabado tu descanso. Cuando pases tiempo con tus compañeros en el desayuno o en la comida intenta que la conversación no se centre en temas de trabajo. Y lo más importante: Cuando descanses, descansa, que ese tiempo sea solo tuyo. Por muy apasionado que seas de tu trabajo, y por muy encantado que estés con tu proyecto, tu tiempo de ocio no debería de ser dedicarle más tiempo al trabajo.

Organiza tu trabajo

Organización. Los problemas anteriormente mencionados quizás tendrían una fácil solución si te organizases un poco. Seguramente al leer los puntos anteriores hayas pensado: “Eh, pero es que tengo fecha de entrega de este proyecto”, “no tengo tiempo y tengo que trabajar más horas de las que me pensaba”. Sí, lo sabemos. Es posible que estés más liado que la alpargata de un romano o que magnifiques la tarea real que tienes por delante. No te digo yo que te conviertas a la religión del bullet journal o tengas que tener la agenda milimetrada, pero dedicarle unos minutos al día a saber qué es lo que tienes que hacer y el tiempo del que dispones, puede ahorrarte muchos quebraderos de cabeza. Tener en cuenta el tiempo del que dispones te ayudará también a saber cuánto tiempo puedes dedicarle a tus hobbies y a tu ocio.

Organiza tus sesiones de trabajo. Aunque nos hayan vendido la moto de que trabajar 8 horas seguidas sea la panacea, la realidad es bien distinta. Haz descansos cada hora, de al menos 5 o 10 minutos. Si estás estudiando o trabajas en casa podrías probar la técnica pomodoro: Consiste en trabajar durante 25 minutos y después 5 minutos de descanso. Cada ciclo de 25 + 5 minutos se llama pomodoro. Después de 4 ciclos (pomodoros), se descansa media hora, evitando en la medida de lo posible pensar en el proyecto o trabajo que estabas desarrollando.

A parte de darnos trabajo, la tecnología es una gran aliada en lo que respecta a la organización. Hay muchas aplicaciones de escritorio y móviles que nos pueden echar una mano para organizarnos de forma amena, simple e incluso entretenida. Aquí te dejo unas cuantas que están bastante bien para empezar:

  • Si tu problema son las distracciones de las redes sociales y notificaciones varias, la app Forest puede ser tu solución. Te pones un temporizador, la app planta un arbolito virtual y durante ese tiempo no puedes usar el móvil, porque si no el arbolito morirá. Cuando tengas un gran bosque virtual podrás canjearlo por árboles reales que una ONG plantará en el lugar donde más se necesite.
  • Trello y Microsoft To Do, son dos aplicaciones muy famosas en lo que respecta a la organización. Tratan la información a base de listas de tareas, por lo que su uso es sencillo, en un vistazo puedes saber qué es lo que tienes que hacer.
  • Habitica es una app que seguramente llamará la atención de más de un lector al que le gusten los juegos de rol. Utilizando el concepto de la gamificación, Habitica te sumerge en la piel de un personaje de videojuego, donde si cumples los objetivos (tus tareas y hábitos en la vida real), vencerás monstruos, ganarás objetos y completarás misiones.

Transmite tus necesidades

Sé proactivo. Si crees que la fecha de entrega de tu proyecto es inaccesible o tienes falta de recursos, planteárselo a tus compañeros o superiores puede ahorrarte mucho sufrimiento. Toma la iniciativa, puede que tus compañeros estén en tu misma situación. En cambio, si ese bloqueo programando proviene de la inexperiencia y la falta de conocimientos, no tengas miedo de pedir ayuda: El programador no nace, se hace.

En ocasiones, el código puede parecer una obra maestra de la abstracción, por lo que otro punto de vista no viene nada mal. Si te atascas y no encuentras el error, pregunta a algún compañero, puede ser que encuentre el punto y coma que te faltaba.

Y con esto, querido lector, esperamos haber arrojado un poco de luz al lado oscuro de la programación. La programación no es fácil, pero es bonito saber que tienes el poder de crear algo nuevo y hermoso desde cero. Confiamos que estos consejos te ayuden a sobrellevar el próximo bloqueo y que te evite unos cuantos más.

Si eres principiante en el mundo de la programación o un empresario del mundillo, quizás te interese nuestro artículo Los 10 mejores consejos para incorporar programadores principiantes a tu empresa, donde podrás comprobar cuáles son las aptitudes que las empresas buscan en los programadores noveles.

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